Apenas había abierto los ojos pero pronto lo hizo en cuanto escuchó ruidos en casa. Parecían un par de chicas y en efecto lo eran, dos hippies que se habían colado para darse una ducha en su baño. Estaba a punto de llamar a la policía, pero las jovencitas evitaron que lo hiciese, agradeciéndole su hospitalidad del mejor modo posible. Y es que se metieron desnudas en la cama y le regalaron un trío salvaje, donde expresaron con un polvazo ese amor libre del que tanto presumen todos los días.