Se podría decir que vive en un barrio aburrido, pero cuando vio el pedazo de mujer que acababa de mudarse y que iba a convertirse en su nueva vecina, vio al fin algo de emoción. Fue a presentarse a su casa y a preguntarle si necesitaba ayuda, como por ejemplo a pintar las paredes del salón. Ella agradeció tenerlo a su disposición pero cuando se subió a las escaleras, vio como apartaba sus bragas y le metía la lengua dentro de su coño. No se lo esperaba pero aun así disfrutó como una perra en celo, devolviéndole el favor con unas mamadas y con una follada con la que sin duda rompieron el hielo de su relación.