Aunque había más gente en el vagón, esta golfa argentina no pudo reprimirse junto a su chico en su paseo en tren. Se dieron la mano y se fueron metiendo mano, hasta que al chaval se le puso muy dura. Ella se puso a pajeársela allí mismo y en un descuido, empezó a chupársela con cuidado de que nadie les viese. Fue una experiencia muy morbosa y la disfrutaron juntos, mientras se grababa con el móvil.