Se nota que a esta gordita le sobran unos cuantos kilos, pero cuando se mueve en la cama no parece que tenga tantos kilos de más. Seguramente sean sus deseos de sexo les que hacen se mueva así, ya que el calentón del momento la suele convertir en toda una golfa. Así se lo dejó claro a su pareja, tras cabalgar sobre su polla en la cama y dejarlo seco en ese polvazo, donde sus pechotes no pararon de rebotar con cada movimiento que hacía.