Necesitaba llegar a mi clase de yoga enseguida, así que pedí un servicio de transporte para llegar pronto. Por el camino empecé a charlar con el conductor y pude notar como se fijaba en mi escote, así que decidí usar mis encantos para ponerle cachondo. No pude evitarlo y ya que lo tenía bastante cachondo, decidí pagarle por su servicio de un modo muy especial. Y es que el morbo de follármelo en el coche era muy grande, por lo que le pedí que aparcase un momento y me lo follé en el asiento de atrás, gozando de su polla y llegando tarde a mi clase.