Tengo la suerte de tener una novia rusa que además de ser muy guapa, en la cama es una fiera salvaje. Tanto es así que muchas veces me pilla desprevenido y aparece con unas ganas de sexo tan grandes, como para acompañar nuestros polvos con una cámara y grabarnos en vídeo. Yo estoy encantado con ello y una vez más, terminamos grabándonos en plena faena y ella se lo pasó en grande cabalgando mi polla.