Estas dos amigas habían comentado medio en broma la idea de probar suerte en el porno, no por necesidad sino por divertirse. Un día una de ellas se atrevió a apuntar a las dos a un casting y acabaron juntas luciendo palmito delante de una cámara. Pero no fue lo único que hicieron, ya que tras besarse y meterse mano, acabaron compartiendo la misma polla durante la escena. Las dos recibieron su dosis de sexo e incluso una de ellas quiso que le diesen por detrás sin piedad.