Parece que el cartero se equivocó y dejó un paquete en casa de Gabriella Ford, que fue rauda y veloz a dárselo a su vecino. Cuando llegó a su casa, vio desde la ventana como se cambiaba de ropa y no pudo evitar fijarse en sus músculos y en su polla. El tipo abrió la puerta y agradeció a su vecina brasileña el detalle de llevarle su correspondencia, pero lo que no esperaba es que la joven latina fuese a lanzarse a sus brazos, hasta convencerle de tener sexo juntos por todo el salón.