Durante la cita con su nuevo ligue, Scarlet Lavey fue muy formal pero al ver que iba ganando confianza con él, se fue soltando hasta terminar invitándole a su casa. Una vez a solas y en el dormitorio, esta tetona tatuada sacó su lado más sensual y le puso sus pechotes en la cara, poniéndole a tono antes de follar. Se la chupó como una auténtica experta, antes de cabalgar sobre el cachas y sentir varios orgasmos junto a semejante pedazo de hombre.